Types of Chianti
CHIANTI D.O.C.G. “ANNATA”
Se trata de la expresión más joven del Chianti y su comercialización puede tener lugar, por ley, recién a partir del 1° de marzo del año siguiente a la vendimia.
Es un producto normalmente de cuerpo ligero, fragante, de fruto vinoso y crujiente, genuino y nunca banal. Su frescura característica y natural le otorga una versatilidad “fatal” en los maridajes gastronómicos, volviéndolo apto para toda ocasión.
Lo podríamos definir como un vino «universal», sin dudas, el best seller y la bandera de la jovialidad toscana.
Su proceso de elaboración pasa normalmente por cubas de acero o cemento, donde fermenta a temperatura controlada a fin de preservar los aromas florales y frescos de la cepa; a menudo continúa en los mismos recipientes para una breve crianza para ser luego embotellado en primavera.
En algunos otros casos, donde por otra parte se vuelve obligatorio por reglamento, el vino efectúa un paso por madera (barriles de roble, tradicionalmente): es el caso de las subzonas Chianti Rùfina y Chianti Colli Fiorentini, por ejemplo. Este cambio adicional de recipiente normalmente les otorga a estos vinos una estructura ligeramente más compleja que, por lo tanto, requiere de más tiempo antes de estar lista para la comercialización. Estos vinos podrán ser comercializados, siempre conforme a lo que establece la ley, recién a partir de setiembre del año siguiente a la vendimia.
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CHIANTI SUPERIORE D.O.C.G.
Se trata de una categoría de producción menos frecuente y menos conocida que, no obstante, desde siempre ha tenido el propósito de elevar la calidad promedio de los productos con un punto de vista intermedio entre los vinos de Annata y los vinos Riserva.
Técnicamente el Chianti Superiore se puede producir en cualquiera de las zonas y subzonas del Chianti D.O.C.G., siempre que se respeten restricciones adicionales impuestas por el reglamento: un menor rendimiento por hectárea (máx. 95 quintales), una graduación alcohólica mínima más sostenida (12%), una maduración mínima de un año y un análisis organoléptico más estricto respecto de los habituales vinos de añada.
El vino Chianti Superiore D.O.C.G. puede, por lo tanto, ser comercializado a partir del 1° de setiembre del año siguiente a la vendimia.
En términos organolépticos se ubican en un nivel intermedio, a partir de su cuerpo, más vigoroso, con rasgos más sofisticados si se madura en madera, más intenso también a nivel olfativo, además que en boca, donde exhiben más fuerza, concentración y persistencia, de las añadas.
Representan con estilo la síntesis ideal entre los vinos cotidianos de la tradición y los vinos de largo añejamiento, proponiéndose así como fascinante alternativa de maridaje en la cocina contemporánea, así como en la étnica o experimental.
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CHIANTI D.O.C.G. RISERVA
El pináculo de la selección normalmente coincide con esta categoría: el trabajo en fase de vinificación, maceración y crianza en los vinos Riserva, es todavía más intenso.
El objetivo de los vinos Riserva es hacer frente a un significativo añejamiento y una larga evolución en botella, por consiguiente, todas las fases que contribuyen a dar sustancia e integridad al mosto son más precisas y prolongadas. Una atenta selección de los racimos y de los granos, una más prolongada fermentación y profunda maceración de los pellejos, la elección del tipo de madera, edad y capacidad de los barriles, etc.
El vino Chianti Riserva pretende ser una expresión intensa y notable del Sangiovese y de su gran capacidad de evolución a lo largo de muchos años. En cada una de las subzonas, así como para el Chianti genérico, la categoría Riserva debe añejarse en bodega durante un mínimo de 24 meses antes de su eventual comercialización.
En términos organolépticos, el Riserva expresa por lo general un bouquet complejo, que puede ir desde los frutos oscuros del bosque hasta el terroso y hasta algunas elegantes notas tostadas o de vainilla que puede haber dado un paso por madera. La sensación inmediata en boca es de gran plenitud y suavidad, taninos más integrados y sedosos, calor y persistencia, pero aún una vibrante compañía ácida que le otorga verticalidad al vino.
Estos vinos son más exigentes en la mesa, pero no «pesados» y de uso restringido. En efecto, la actitud de eterna juventud del Sangiovese hace de estas selecciones irrenunciables oportunidades informales de compartir y cocinar en modo un poco más elaborado.
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